La Jueza de Primera Instancia de Vélez-Málaga ha reconocido que un hombre debe pagar a su expareja la indemnización por importe de 204.000 euros “como compensación por el trabajo doméstico realizado en el hogar, no retribuido” durante los 25 años que estuvieron casados. La referida Sentencia también reconoce una pensión compensatoria de 500 euros mensuales durante los próximos dos años para la mujer, así como otras dos de 400 y 600 euros para sus dos hijas, de 14 y 20 años. Además, obliga a las partes a hacerse cargo a medias de los gastos extraordinarios que generen ambas. La demanda fue interpuesta meses después de que la pareja se separase.
El matrimonio se celebró en 1995, cuando los cónyuges estaban en la veintena. Pocos meses después del matrimonio firmaron la separación de bienes.
Mientras él se fue desarrollando profesionalmente, hasta llegar a ser un empresario de éxito, ella se quedó en casa para cuidar de las hijas y hacerse cargo de la casa, siendo su labor en exclusiva, sin ayuda alguna.
Durante el matrimonio ella fue adaptándose a los cambios de domicilio según las necesidades de él.
Además, él no quería que las hijas se desollaran profesionalmente, hasta el punto de ni siquiera querer que realizaran estudios superiores.
Fue en 2020, cuando la ella se cansó de la situación y pidió el divorcio. Al estar en separación de bienes, ella se quedaba sin nada, a pesar de haber dedicado los 25 años de matrimonio al cuidado de las hijas, del marido y de la casa, y él, sin embargo, se quedaba con todo. Por lo que se interpuso demanda por parte de la mujer para que se reconociera ese trabajo que durante esos 25 años había desarrollado.
La indemnización reconocida, que asciende al importe de 204.624,86 euros, está calculada en base al salario mínimo interprofesional de cada año. Además de la indemnización, se ha reconocido la pensión compensatoria tanto de la mujer como de las hijas.
