¿QUÉ ES?
El salario emocional es aquella retribución que no consiste en compensaciones económicas, sino en aquellos beneficios que hacen que un trabajador se sienta cómodo en la empresa.
Desde hace tiempo, se ha empezado a dar valor a esos servicios que no siendo compensaciones económicas hacen que el trabajador se sienta cómodo en su puesto de trabajo, incluido, por supuesto, el agradecimiento por el trabajo desarrollado.
Esto ha favorecido la retención del talento, ha mejorado la productividad, se ha reducido la rotación de personal, disminución del absentismo laboral, teniendo todo ello una repercusión en los costes de las empresas, reducción de gastos de selección y formación de trabajadores.
Dentro del concepto de salario emocional podemos citar las siguientes “retribuciones”:
- Reconocimiento profesional.
- Flexibilidad horaria.
- Desarrollo profesional.
- Conciliación familiar y personal.
- Compensación psicológica.
- Retribuciones fijas y variables.
- Comunicación.
Todas estas “retribuciones” se tienen que valorar y conceder por parte de RRHH de las empresas de manera individualizada a cada trabajador, esto es, de forma distinta a cada uno de ellos, ajustadas a las necesidades, ambiciones y/o expectativas de cada uno.
En resumen, el salario emocional es un incentivador de la motivación y comodidad para el trabajador en la empresa, por dicho motivo, a día de hoy, las empresas empiezan a retribuir a sus trabajadores con ese “algo” que va más allá de la compensación económica al final de mes.