Las personas no empresariales en situación de insolvencia iniciaron 333 procesos de concurso de acreedores en los tribunales para liberarse de sus deudas, comparado con 59 casos en 2021.
Los ciudadanos de Navarra enfrentando una quiebra técnica han comenzado a saturar los tribunales buscando una salida a las deudas que amenazan con sobrepasarlos. Aquellos que se encuentran en un estado de desastre financiero, con deudas que superan lo que sus ingresos pueden cubrir, y que han solicitado la declaración de concurso de acreedores, han visto un incremento del 173% en Navarra en el último año. Si se compara con 2021, el número de estos procedimientos iniciados por individuos no empresarios ha aumentado hasta ocho veces, un aumento del 456%. Este 2023, se han registrado hasta 333 solicitudes de concurso por parte de este grupo, frente a las 59 de 2021.
Generalmente, el acreedor es una institución bancaria que ha otorgado préstamos, ya sea a través de financiación hipotecaria, créditos personales para la compra de vehículos, o mediante tarjetas revolving para financiamiento rápido de compras. Los deudores suelen enfrentar un cambio drástico en sus finanzas por la pérdida de empleo o por ser avalistas de negocios fallidos. Para que el administrador concursal considere la quiebra como fortuita, es necesario que los deudores demuestren buena fe y cumplan con otros requisitos como no tener antecedentes penales o haber pagado indemnizaciones pendientes.
En tal escenario crítico, aquellos que mantienen un empleo experimentan el embargo de sus salarios, afectando negativamente su economía familiar. Con la reciente actualización de la Ley Concursal para alinearse con la directiva europea, que introduce cambios sobre la exoneración de deudas insatisfechas, se ha abierto la posibilidad para que los afectados puedan mantener sus hogares mediante un plan de pagos aprobado judicialmente. Este ajuste legislativo es una razón clave detrás del incremento de concursos de acreedores entre individuos no empresarios este año.
CONDICIONES NECESARIAS
Los tribunales mercantiles en Navarra han registrado 333 casos de concursos de acreedores entre individuos no empresariales. Para acogerse a esta opción, los interesados deben satisfacer ciertos criterios: carecer de condenas por delitos relacionados con la economía; evitar incurrir en circunstancias similares durante los próximos cinco años; y asegurar que el concurso no se califique como culpable, entre otros requisitos.
Existen tres categorías de concurso: los denominados sin masa, donde el deudor no posee activos; aquellos que proceden a una liquidación de bienes; y finalmente, los que, incluyendo un plan de pagos, permiten la posibilidad de retener la propiedad de la vivienda.
Antes de la reforma de octubre de 2022 bajo la Ley de Segunda Oportunidad, se liquidaban todos los bienes del deudor, incluida su vivienda, para satisfacer la mayor cantidad de deuda posible. Tras determinar el monto cubierto con dicha liquidación, el deudor se liberaba de las obligaciones restantes. No obstante, a partir del año pasado, las personas físicas no empresarias tienen la capacidad de conservar su hogar. Para esto, deben manifestar ante el tribunal su deseo de no perder la vivienda y presentar un plan de pagos detallado al juez, especificando cómo se propone saldar la deuda pendiente después de liquidar otros activos.
PROCEDIMIENTO
Adicionalmente, los procedimientos de insolvencia personal en los que se declara la ausencia de activos disponibles se gestionan de forma rápida. Este tipo de procesos pueden resolverse en un lapso de uno a mes y medio. Inicialmente, en situaciones donde el deudor no posee bienes, no se designa un administrador concursal dado que no hay activos que liquidar.
No obstante, el magistrado notifica a los acreedores, mayoritariamente entidades bancarias, quienes tienen un plazo de 15 días para nombrar un administrador concursal para este procedimiento, siendo ellos responsables de cubrir los gastos asociados. Tras la evaluación económica del deudor por parte del juez y la verificación del cumplimiento de los requisitos establecidos, se procede a la exoneración de la deuda. Esto permite a los individuos liberarse de los embargos sobre sus salarios, al haber perdido la totalidad de sus bienes.