Un juzgado de Madrid ha condenado a una clínica a indemnizar a una mujer que quedó ciega de un ojo por no haberla atendido adecuadamente después de una operación de desprendimiento de retina.
En efecto, la paciente quedo totalmente ciega del ojo izquierdo y perdió un 35 % de visión en el derecho como consecuencia de una mala praxis por parte de la clínica. La operación de desprendimiento de retina transcurrió sin mayores complicaciones, pero al día siguiente la paciente empezó a tener molestias, vómitos, inflamación…La mujer acudió a consulta donde al comprobar los médicos que había perdido la visión de un ojo solamente le recetaron una pomada y posteriormente, un tratamiento con corticoides. Aunque esto no sirvió de mucho porque lejos de mejorar, los problemas de la paciente se agravaron.
Aparte de los graves problemas de visión, la paciente posteriormente fue diagnosticada de estrés postraumático y secuelas de carácter estético.
El juzgador considera irrelevante la causa del daño porque aquí el problema fue que se tardó varios días en realizar pruebas diagnósticas sencillas y no invasivas que hubieran podido determinar que la paciente necesitaba de una intervención quirúrgica descomprensiva que hubiera evitado esas terribles secuelas.
En suma, debido a la mala praxis de la clínica oftalmológica, el juez finalmente condena a ésta y a la aseguradora a indemnizar a la demandante con 100.000 euros por los daños físicos y morales ocasionados.
Elcarte Abogados
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